Tomado de Semana.com
Carlos Gaviria Díaz, ex presidente del Polo, adhirió este martes a la campaña de Gustavo Petro, candidato de ese partido a la Presidencia. La decisión, anunciada en un acto de campaña llamado 'Encuentro por la Unidad' que se celebró en el Teatro Downtown Majestic de Bogotá, tiene como propósito impulsar la candidatura del partido izquierda. Gaviria, tras su derrota en la consulta en septiembre pasado, había dicho que no acompañaría a Petro en campaña.
Esta adhesión, en aras de cohesionar a los militantes de la organización, se suma a la nominación de Clara López, ex secretaria de gobierno del Distrito, como fórmula vicepresidencial de Petro. Se trata de una estrategia de última hora para demostrar que el partido está unido y así tratar de cautivar a los electores.
Petro fue uno de los primeros que comenzó a hacer campaña política para llegar a la Casa de Nariño; mucho antes de que Juan Manuel Santos tuviera la vía libre para hacerlo, o de que Antanas Mockus se perfilara como una opción presidencial.
Su propuesta se basa en lo que llama ‘un acuerdo sobre lo fundamental’, la misma frase que utilizó el extinto Álvaro Gómez Hurtado, del Partido Conservador, para referirse al nacimiento de la Constitución en 1991.
En sus diferentes disertaciones Petro ha explicado en qué consiste su propuesta de acuerdo: “es la construcción común entre varias fuerzas políticas y sectores sociales, de un programa de gobierno que permita sacar a Colombia de la guerra. Se trata de que entre todos construyamos una propuesta que remueva las causas que dieron origen, y que aún sostienen la violencia”, explicó a Semana.com.
Desde el eslogan se advierte la intención de presentar un proyecto político dialogante, capaz de vincular a los sectores más opuestos de la política. En el único debate televisado que se ha publicado hasta ahora, el candidato demostró que tiene una respuesta calculada a cada uno de los problemas del país, articulada a un programa. Y para muchos, el candidato del Polo fue el mejor del debate.
Sin embargo, en una campaña que se ha caracterizado más por la calificación de la personalidad que la discusión de ideas, la propuesta de Petro todavía no logra despertar la suficiente atención.
¿Cómo va en las encuestas?
Según las encuestas, Petro registra entre el 3 por ciento de la intención de voto y el 6. Además, sigue registrando una de las opiniones más desfavorables (44 por ciento), según la encuesta de marzo de Ipsos Napoléón Franco.
Por esta razón es improbable que el partido logre sacar los 2 millones 700 mil votos que obtuvo en 2006 cuando el candidato era el ex magistrado Gaviria.
Así lo cree el senador Parmenio Cuéllar, quien fue uno de los quemados en las pasadas elecciones. En su criterio, el partido perdió en estos cuatro años lo que ganó en la pasada contienda presidencial. “En ese momento, a pesar de ser un partido de izquierda, logró conquistar una buena parte del centro democrático. Ahora, muchos de esos votos van a ir a parar al Partido Verde”, explica.
Para el politólogo Alejo Vargas los resultados de las encuestas se deben a tres razones:
Primero: ha habido una derechización de la sociedad colombiana, producto del discurso del gobierno de Uribe, quien ha cerrado los espacios para que prosperen proyectos de izquierda”.
Segundo: el Polo se ha desdibujado, no solo por sus conflictos internos, sino por su incapacidad de hacer oposición al gobierno de Samuel Moreno en Bogotá.
Y tercero: Por la asociación injusta que se ha hecho de Petro con las Farc, debido a su militancia en el M-19. “La sociedad colombiana es intolerante y sigue cobrando ese pasado, a pesar de que el M-19 fue diferente, del cielo a la tierra, a las Farc”, dijo Vargas.
Asimismo hay quienes creen que al Polo le ha hecho falta capitalizar las críticas al Gobierno por las interceptaciones ilegales, por los escándalos de corrupción y por su cercanía a los congresistas investigados por la parapolítica.
Este ha sido el único partido que no es investigado por una relación de sus militantes con paramilitares. La Procuraduría tiene abiertas investigaciones contra tres congresistas – Jorge Robledo, Gloria Inés Ramírez y Wilson Borja-, por presuntas relaciones con la guerrilla de las Farc.
¿Cómo le fue al partido?
En la reciente elección de Congreso, el Polo Democrático pasó de tener 8 curules en el Senado, a 5, y perdió 3 en la cámara. Sobre esos resultados hay interpretaciones dispares. Hay quienes creen que se trató de una derrota y hay quienes creen que fue lo contrario.
El informe más reciente del Programa Congreso Visible de la Universidad de los Andes calificó estos resultados como “desinflada en la bancada del Polo”. Y los atribuyó a un posible fraccionamiento del partido y a que, en su criterio, “no ha sido claro y tajante el distanciamiento del Polo frente al chavismo”.
Para el senador de esa organización, Jorge Enrique Robledo, por el contrario, su balance es positivo. “Mantuvimos la votación de las elecciones de 2006; tenemos envolatados 200 mil votos anulados en Senado, por la falta de un buen diseño de los tarjetones; y aumentamos nuestra fuerza en Bogotá, lo cual es positivo si se tiene en cuenta que se nos ha estigmatizado”, dijo.
En 2006, el Polo obtuvo 875.451 votos, y este año, según el último preconteo de la Registraduría, con el 93,82 por ciento de las mesas reportadas la cifra fue 848.905. Es decir, la votación no varió significativamente. Uno de los datos más representativos, que contradice, en parte el argumento de que la imagen del Polo de ha visto desmejorada por la gestión de Moreno en Bogotá, fue que la participación en el Distrito aumentó casi en más de un 10 por ciento de la votación, de 200 mil votos que obtuvo en 2006 pasó a 214.978.
Respecto a las críticas al Polo, Robledo dijo que se trata de un ataque calculado, “donde se amplifica lo que le hace daño al partido y se matiza lo que le conviene”. En su criterio, la influencia del paramilitarismo y el narcotráfico en las pasadas elecciones fue lo que aumentó la participación y partir de ahí se debe hacer el análisis de los resultados.
“Una necesidad Histórica”
El Polo Democrático surgió como una alianza de partidos de izquierda. La última coalición fue en 2005 cuando el Polo Democrático Independiente (PDI) se unió con el movimiento Alianza Democrática.
Además de ser un partido muy joven, está integrado por facciones distintas: una de línea dura a la que llaman radical, integrada por el MOIR y el Partido Comunista. Otra, heredera del caudal político del General Rojas Pinilla, a la cual pertenecen los hermanos Moreno, Iván y Samuel. Y una más, calificada como ‘social demócrata’ encabezada por Petro.
Debido a sus diferencias y a su corta edad es natural que en el partido las discusiones parezcan conatos de división. Hay quienes sugieren que las diferencias son irreconciliables, por lo cual deberían existir varios partidos de izquierda.
No lo creen así Cuéllar, Robledo y algunos analistas quienes aducen que la creación del Polo fue una necesidad histórica. “En Colombia siempre ha existido un partido de derecha que es el Conservador, uno de Centro, que es el Liberal, y el Polo nació como una apuesta para aglutinar las diferentes facciones de izquierda”, explicó Cuéllar.
“Yo creo que el partido va a llegar unido a las elecciones. Vamos a apoyar a Petro, porque tampoco es cierto que algunos de los militantes no lo hemos acompañado, y vamos a llegar a la segunda vuelta”, dijo Robledo, quien descartó que hay síntomas de una posible división.
El futuro
Ante los resultados de las elecciones pasadas y una posible derrota, no hay un acuerdo sobre cómo debería reaccionar el partido.
Por ejemplo, para Alejo Vargas, el Partido debería modernizar su discurso, hacer un trabajo de reingeniería para seducir a nuevos electores y así pasar a tener una propuesta de Gobierno.
No así lo cree el politólogo del Polo, Miguel Ángel Zgaib, quien aduce que Petro ha jugado a parecerse a Uribe en su modelo económico de gobierno. En su criterio, el Polo debería “liderar reformas sociales, culturales y económicas y políticas en aras de la igualdad”.
El politólogo sugiere que el partido debería construir su programa a partir de la discusión con sus bases militantes, para lo cual es determinante el trabajo que haga la dirigencia del Polo.
Cuéllar reconoce que la organización cometió un error estratégico al darle espacio al Gobierno para que “nos ‘macarthiza’, relacionándonos con la lucha armada. Creo que debimos ser más verticales en la condena a la guerrilla, aunque dijeran que nos estábamos pareciendo a Uribe”, dijo.
El senador también indicó que la consulta abierta, mecanismo por el cual se escogió al candidato, no debió hacerse en septiembre pasado, una fecha distinta a la elección del Congreso. “Al ser tan baja la participación, los seguidores del candidato derrotado (Carlos Gaviria) no han salido con entusiasmo a apoyar a Petro”, argumentó.
El próximo 30 de mayo, el Polo intentará buscar pasar a segunda vuelta. Sólo entonces se sabrá qué tan unido está y cuál es el paso que dará: si buscará alianzas o, lo que parece más importante para los miembros del partido: construir una propuesta de largo aliento.
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